SANTA
CECILIA, patrona de los músicos
22 de
Noviembre
INTRODUCCIÓN
Cecilia fue una noble romana de
ilustre familia. No se sabe mucho sobre su vida, pero se sabe que fue convertida
al Cristianismo, y algunos especialistas sitúan su martirio entre en el año 230
en Catania, aunque otros lo sitúan a finales del siglo IV.
A finales de la Edad Media (siglo
XIV) los pintores y los escultores
empezaron a representarla como artista, tocando algún instrumento
musical, especialmente, el órgano, la vihuela, instrumentos de cuerda o
simplemente cantando, acercándola así más a la música.
Cuando se fundó en Roma la
Academia de la Música, en el año 1594, Santa Cecilia fue canonizada y nombrada
patrona de esta institución por el Papa Gregorio XIII, gracias a una frase del
acta de su martirio, en la cual, se explicaba que durante el mismo rezaba
cantando salmos. Así, su veneración como patrona de la música se tornó
universal.
El 22 de noviembre de cada año se
celebra el día de Santa Cecilia, patrona católica de los músicos, de los poetas
y de los ciegos, fecha que conmemora su muerte según católicos y ortodoxos. No
se debe confundir con otra fecha, la del Día Internacional de la Música que se
celebra el 21 de junio.
Cecilia era una mujer que
pertenecía a una familia patricia romana, quedó huérfana siendo niña y fue
bautizada a los trece años. Tras convertirse al Cristianismo, vivió intensamente
su fe hasta el punto de consagrar a Dios su virginidad. Pero fue casada contra
su voluntad con un joven patricio pagano llamado Valerio.
Las actas de la iglesia narran
la historia de Cecilia, cuyo relato se resume de la siguiente manera:
El
día de la celebración del matrimonio, mientras los músicos tocaban y los
invitados se divertían, Cecilia
estaba sentada en un rincón cantando a Dios para pedirle ayuda. Después de la
ceremonia, se sinceró con su esposo contándole que ella había hecho voto de
virginidad con las siguientes palabras:
-
Cecilia:
“Tengo que comunicarte un secreto. Has de saber que un ángel del Señor vela por
mí. Si me tocas como si fuera yo tu esposa, el ángel se enfurecerá y tú sufrirás
las consecuencias; en cambio, si me respetas, el ángel te amará como me ama a
mí”.
-
Valerio:
“Muéstramelo. Si es realmente un ángel de Dios, haré lo que me
pides”
-
Cecilia:
“Si crees en el Dios vivo y verdadero y recibes el agua del bautismo verás al
ángel”.
Valerio
accedió y el obispo Urbano lo bautizó; de regreso a casa, vio a un ángel de pie
junto a ella. Tras esto, el hermano de Valerio, Tiburcio, también se convirtió y
los dos fueron arrestados por sepultar cuerpos (prohibido por los romanos) y
condenados a muerte por renunciar a
otros dioses y proclamaron “¡Cristianos romanos, no permitáis que mis
sufrimientos os aparten de la verdad! ¡Permaneced fieles a Dios único, y
pisotead los ídolos de madera y de piedra!”
Cecilia
sepultó sus cuerpos, la detuvieron y fue llamada a abjurar. Pero en vez de eso,
conseguía más conversiones (entre las cuáles se encontraba Giordano, un patricio
que más tarde estableció una iglesia en la casa de Cecilia). Durante el juicio,
Cecilia y el prefecto Almaquio debatieron
profundamente y éste se enfureció por los acertados argumentos de
Cecilia.
Finalmente,
Cecilia fue condenada a morir asfixiada en humo en el baño de su casa; aguantó
día y noche; por más que los guardias añadían leña al horno, ella resistía sin
daño alguno; en vez de quejarse, ella cantaba los salmos LXX. Entonces el
prefecto mandó a un soldado que la
decapitaran; el verdugo descargó tres veces la espada sobre su cuello y no murió
en el acto, sino que pasó tres días entre la vida y la muerte hasta que acabó su
martirio.
Por
último, Cecilia legó su casa al Papa Urbano I y le confió el cuidado de sus
servidores. Fue sepultada junto a la capilla pontificia en la catacumba de San
Calixto.
ESCULTURA DE BRUNO
MADERNA
El cardenal Paolo
Emilio Sfondrato de la Basílica
de Santa Cecilia en Trastevere inició
una búsqueda de la tumba de Santa
Cecilia en
el interior de la iglesia y el 20
de octubre de 1599 se
descubrió el cuerpo entero e incorrupto de la Santa. A partir de este momento,
Stefano Maderno, que contaba en ese momento con 23
años de edad, fue comisionado para que reconstruyera el altar de la iglesia, y
para que realizara una escultura de Santa Cecilia en mármol de
Carrara.
Cuentan
que a Maderno se le permitió ver el cuerpo. “No estaba
de espaldas como un cadáver en la tumba, sino recostada del lado derecho, como
si estuviese en la cama, con las piernas un poco encogidas, en la actitud de una
persona que duerme” fueron sus palabras.
De
acuerdo a los convenios artísticos de la época, esta no era una representación
inmaculada de un santo, sino una expresión gráfica de un cuerpo incorrupto, que
revela su postura original. Puede contemplarse cómo está acostada de lado, en
tamaño natural, con la boca en posición de habla, con las manos entrelazadas en
las que una de ellas mostraba el dedo índice y en la otra se le veían tres dedos
(simbolizando la fe en la unidad divina y en la Santísima Trinidad) y con la
evidente marca de su martirio en el cuello.
Maderno
culminó su escultura conocida con el nombre de El martirio de Santa Cecilia
aproximadamente en el año 1600
y se encuentra en el altar de la iglesia de Santa Cecilia in Trastévere y puede contemplarse junto a sus reliquias
milagrosas.
Sobre
el pedestal de la estatua, el escultor puso la siguiente inscripción: “He aquí a
Cecilia, virgen, a quien yo vi incorrupta en el sepulcro. Esculpí para vosotros,
en mármol, esta imagen de la santa en la postura en que la
vi”.
Al
concluir con la obra de Santa Cecilia, Maderno obtuvo
inmediatamente popularidad y reconocimiento. De esta manera, fue elegido como
miembro de la Accademia
di San Luca en 1607,
y se convirtió en un eminente escultor de su generación, exactamente en la
cúspide entre el Manierismo y
el Barroco.
LEYENDAS O FALSAS
CREENCIAS
Esta historia de Santa Cecilia
que los cristianos han repetido con cariño durante muchos siglos, no se puede
considerar como verdadera ni escrita en documentos auténticos.
La razón original del culto de
Santa Cecilia fue que estaba sepultada en un sitio de honor por haber fundado
una iglesia, el titulus Caeciliae.
Por lo demás, no sabemos ni la fecha en la que vivió. Tenemos que reconocer que
lo único que sabemos con certeza sobre San Valeriano y San Tiburcio es que
fueron realmente martirizados y sepultados en el cementerio de Pretextato.
El lugar en el que se venera
ahora a la santa es en la iglesia de Santa Cecilia en Trastevere, tras el traslado de sus reliquias a dicho lugar.
Pero ni esto puede verificarse porque se dijo que las habían sido descubiertas
gracias a un sueño. Así, en 1599, el Cardenal Sfondrato pudo restaurar la iglesia en honor a la Santa en
Trastévere.
Otra leyenda es la del cuerpo de
Santa Cecilia. Algunos autores opinan que no existen pruebas suficientes de que
el cuerpo se encontrara entero, en la forma en que lo esculpió Maderna basándose en relatos que dejaron sus contemporáneos
Baronio o Bosio. Además, es
curioso cómo unos años antes, entre 847 y 855, el Papa Pascual había insistido
en que la cabeza de Santa Cecilia había formado parte de las reliquias de sus
Cuatro Santos Coronados.
Y, por último, en el período
inmediatamente posterior a las persecuciones no se hace mención de ninguna
mártir romana llamada Cecilia; su nombre no figura en los poemas de Dámaso y
Prudencio, ni en los escritos de Jerónimo y Ambrosio, ni en la Depositio Martyrum
(siglo IV), por esos algunos autores datan la fecha de la vida de Cecilia en el
siglo V.
Nadie sabe bien por qué Cecilia
acabó siendo la patrona de la música, incluso parece que ella rechazaba los
instrumentos musicales porque no eran necesarios para cantar a Dios de una
manera virtuosa.
SANTA CECILIA EN CAMPO DE
CRIPTANA
La festividad de Santa Cecilia
es muy celebrada en Campo de Criptana con numerosos
actos y conciertos. Aunque las fiestas principales se realizan en el fin de
semana más próximo al 22 de noviembre, cada año aumenta la oferta cultural. En
el presente año 2012, se han programado los siguientes conciertos, uno para cada
fin de semana del mes de noviembre, y casi todos interpretados por agrupaciones
de la localidad:
- Concierto del Joven Coro de la Comunidad de Madrid
organizado por el Ateneo Musical.
- Concierto de la Orquesta Ciudad de la Mancha de
instrumentos de plectro de la localidad.
- Concierto de la Banda de Música Filarmónica Beethoven.
- La zarzuela La
verbena de la Paloma puesta en escena por la Coral Santa Cecilia y orquesta
formada por el Conservatorio de música y la Escuela de Música de la
localidad.
La imagen de Santa Cecilia que
se venera en Campo de Criptana es propiedad de la
Banda de Música Filarmónica Beethoven y actualmente se encuentra en la Iglesia
del Convento. Es obra del escultor valenciano D. José María Alcácer Guzmán (1907-1994). Fue bendecida el 22 de noviembre
de 1943, en una misa que contó con la interpretación de la Misa Pontificial a
tres voces de Perosi por parte de la orquesta y
coros de la Filarmónica Beethoven, junto con solistas de la Capilla musical de
San Francisco el Grande, de Madrid, todos bajo la batuta del maestro D. Manuel
Angulo y Sepúlveda. Es de destacar que esta obra se ha venido interpretando
todos los años hasta el momento en la tradicional misa de Santa Cecilia.